Nacimiento y primeros años de una princesa York
Isabel de York nació el 11 de febrero de 1466, en Westminster. Fue hija primogénita de Eduardo IV e Isabel Woodville. El rey, por supuesto, esperaba un varón; pero apenas era la primera entre diez vástagos. Fue bautizada por George Neville, arzobispo de York. Sus padrinos fueron Richard Neville, conde de Warwick, y sus abuelas, Cecily Neville y Jacquetta de Luxemburgo.
A pesar de que solo había tenido una hija, Isabel Woodville contó con una ceremonia de gran magnificencia a fines de marzo. Dicha ceremonia consistía en un servicio de purificación que marcaba su regreso a la sociedad después de su confinamiento. Muchos sacerdotes con reliquias y eruditos cantando conformaban el séquito, así como una gran compañía de damas de Londres y del resto del país. Después venían los trompetistas, gaiteros y músicos de instrumentos de cuerda. Luego veinticuatro heraldos, seguidos por sesenta condes y caballeros. Finalmente, la reina, que después del parto se conducía a la iglesia escoltada por dos duques y un dosel sobre ella. Detrás, su madre y sesenta damas. 1
Gabriel Tetzel informó:
"La reina se sentó sola a la mesa en una costosa silla dorada. La madre de la reina y la hermana del rey [Ana, duquesa de Exeter] tuvieron que estar a cierta distancia. Cuando la reina habló con su madre o la hermana del rey, se arrodillaron ante ella hasta que bebió agua. No fue hasta que se preparó el primer plato antes de que la reina pudiera sentarse. Las [sesenta] damas y doncellas y todos los que servían a la reina en la mesa eran de noble cuna, y tuvieron que arrodillarse mientras la reina comiera; la comida duró tres horas. La comida que se sirvió a la reina, a la madre de la reina, a la hermana del rey y a otros fue más costosa. Todos callaron y no se habló una palabra". 2
La recién nacida sería atendida por una niñera y amamantada por una nodriza. Le fue asignada una casa señorial, que estaría bajo el mando de una institutriz, lady Berners, y por ello recibía un salario de £100 [£50,000]. El 9 de octubre de 1467, el rey otorgó a su hija de veinte meses la mansión de Great Linford, que había pertenecido a James Butler, conde de Wiltshire, quien fue ejecutado en 1461. Es poco probable que Isabel haya visitado Great Linford; el rey se la habría asignado para que las rentas de la mansión la mantuvieran durante su infancia. Lo conservó hasta 1474, cuando fue vendido a Gerard Caniziani, un comerciante de Londres. 3
El reino en el que nació Isabel era una tierra de prosperidad, según un observador italiano que escribió en 1500: "Las riquezas de Inglaterra son mayores que las de cualquier otro país de Europa. Esto se debe, en primer lugar, a la gran fertilidad del suelo, que es tal que, con la excepción del vino, no importan nada del extranjero para su subsistencia". La exportación de estaño trajo grandes sumas al reino, "pero aún más se derivan de su extraordinaria abundancia de lana. Y todos los que hacen un recorrido por la isla pronto se darán cuenta de esta gran riqueza, ya que no hay un pequeño posadero, por pobre y humilde que sea, que no sirve su mesa con platos de plata y vasos para beber, y nadie que no tenga en su casa una vajilla de plata por la cantidad de £100. Pero, sobre todo, sus riquezas se muestran en los tesoros de la iglesia ... Por lo tanto, puede imaginar lo que deben ser las decoraciones de estos monasterios benedictinos, cartujos y cistercienses enormemente ricos. Estos son, de hecho, más como palacios baroniales que casas religiosas". Y todo, por supuesto, sería barrido setenta años después del nacimiento de Isabel, por orden de su hijo. 4
La princesa Isabel se crió en la espléndida corte de Eduardo IV, que seguía el modelo de la corte borgoñona. Sin embargo, también le tocó vivir los tumultuosos años de la Guerra de las Rosas. La relación entre Eduardo y Warwick, el Hacedor de Reyes, se fue deteriorando. Warwick forjó una alianza con George, duque de Clarence y hermano del rey. El duque se casó sin consentimiento real con la hija mayor de Warwick. Ambos se rebelaron contra el rey; Eduardo fue encarcelado en 1469. Richard Woodville, abuelo materno de la princesa Isabel, y su hijo John, fueron ejecutados. Sin embargo, Eduardo fue liberado poco tiempo después.
En 1470, Warwick y Clarence huyeron a Francia. Aunque Clarence abandonó la causa de su suegro y regresó con su hermano, Warwick logró pactar con Margarita de Anjou, su antigua enemiga. El Hacedor de Reyes regresó a Inglaterra con la intención de restaurar a Enrique VI en el trono. Eduardo IV se vio obligado a refugiarse en Borgoña. Durante ese período, Isabel Woodville y sus hijas buscaron asilo en Westminster. El 2 de noviembre, en circunstancias tan inciertas, la reina dio a luz al futuro y trágico Eduardo V. En abril de 1471, Eduardo IV recuperó el trono. Su gran aliado y enemigo, a la vez, el conde de Warwick, falleció en batalla.
Madame la Dauphine
En 1475, comenzaron las negociaciones para un matrimonio entre la princesa Isabel y el delfín Carlos, hijo de Luis XI. Considerando su papel como futura reina de Francia, Eduardo IV procuró que su hija estuviera preparada. Profesores de idiomas fueron reclutados desde Francia, Italia y España. Se emplearon eruditos en Clásicos de Oxford y expertos en caligrafía fueron traídos del Scriptorium, en la Abadía de Westminster, para instruir a Isabel en la escritura formal de la corte. Fue una educación inusual para una mujer del siglo XV, e incluso superior a la de la mayoría de los hombres que no eran educados para la Iglesia. 5
El contrato matrimonial se aprobó en 1480 y, a partir de entonces, Isabel sería llamada Madame la Dauphine. El 9 abril de 1483, el rey Eduardo murió, suceso que acabó con la relativa tranquilidad que Isabel había disfrutado durante su infancia y adolescencia. El rey Luis decidió cancelar el compromiso, ante la crisis dinástica que caería sobre Inglaterra. 6
A Isabel y su familia le esperaban más de dos años de incertidumbre.
Hermana y sobrina de reyes
Con apenas doce años, el hermano de Isabel sucede a su padre como el rey Eduardo V. Dada su minoría de edad, Ricardo de Gloucester, hermano del difunto monarca, desempeñará el cargo de Lord Protector. El nuevo rey se dirigió a Londres, acompañado por su tío Anthony Woodville y su medio hermano, Richard Grey. El séquito fue interceptado por Ricardo de Gloucester, quien ordenó el arresto de los dos parientes de Eduardo y un chambelán. Los tres fueron ejecutados el 25 de junio de 1483.
El 16 de junio, el arzobispo de Canterbury ingresó al santuario de Westminster para convencer a Isabel Woodville de que permitiera a su hijo menor, el príncipe Ricardo, unirse a su hermano antes de la coronación. Los argumentos del arzobispo fueron reforzados por los hombres armados enviados por el Lord Protector, que rodeaban el santuario; la reina viuda era lo suficientemente realista como para saber que ya no podía retener al niño con ella, así que le confió su seguridad al arzobispo. Tan pronto como el príncipe Ricardo se unió al rey en la Torre, Gloucester emitió una orden judicial que canceló el llamado del parlamento a fines de junio y pospuso la coronación hasta noviembre. 7
Pocos días después de eso, el 22 de junio, el Dr. Ralph Shaa predicó un sermón en la Cruz de San Pablo, declarando que el joven rey y su hermano eran ilegítimos debido a un precontrato matrimonial del padre. Solo Commynes identifica al informante de Gloucester como Robert Stillington, obispo de Bath and Wells. El 25 de junio, el duque de Buckingham se dirigió a una reunión de señores prominentes que se habían reunido en Londres para la coronación, con la sugerencia de que se le ofreciera el trono a Ricardo de Gloucester. En este proceso, el Consejo, órgano rector del reino, no había jugado ningún papel, según Crowland. Mancini sugiere que los señores del reino, reunidos en Londres, para la coronación de Eduardo V, se sintieron intimidados por el número de hombres armados a disposición de Ricardo y Buckingham, y el destino de Hastings. El 26 de junio, el duque de Gloucester accedió al trono como Ricardo III. 8
Eduardo V y su hermano, Ricardo, conocidos como los Príncipes de la Torre, fueron vistos por última vez a finales del verano de 1483. El Titulus Regius, emitido en 1484, declaraba la invalidez del matrimonio de Eduardo IV e Isabel Woodville. Sus hijos serían ilegítimos, por lo tanto, incapaces de heredar el trono.
El camino al trono
La coronación de Ricardo III tuvo lugar el 6 de julio. Poco más de tres meses después, surgió la primera oposición seria, pero abortiva, en octubre de 1483. Una pequeña fuerza de invasión de Lancaster, organizada por Enrique Tudor y su tío Jasper, zarpó de Bretaña en Francia hacia Gales. Esperaban unirse a los partidarios galeses y derrocar al régimen de Ricardo, pero una tormenta de invierno impidió que la flota de invasión llegará a Gales. El rey se enteró de la rebelión y derrotó fácilmente a los insurgentes galeses. Aunque el intento de invasión de octubre de 1483 fracasó, elevó a Enrique Tudor al primer rango entre los que estaban decididos a sacar al rey Ricardo de su trono. El 16 de diciembre de 1483, Enrique declaró abiertamente, en Rennes, Bretaña, su intención de invadir Inglaterra y deponer a Ricardo III. Al mismo tiempo, anunció su compromiso con Isabel de York. El segundo intento exitoso se retrasó hasta agosto de 1485. 9
Isabel Woodville, que todavía estaba en el santuario de la Abadía de Westminster, llegó a un acuerdo con la madre de Enrique, lady Margaret Beaufort. Acordaron el matrimonio entre sus hijos, con el fin de que los enemigos de Ricardo, tanto de York como de Lancaster, se unieran contra el presunto asesino de los Príncipes de la Torre.
Isabel de York, al igual que su madre y sus hermanas, permanecieron en la seguridad del santuario hasta marzo de 1484. No se sabe qué garantías dio el rey Ricardo para su regreso seguro a la corte después de casi un año en la Abadía. Sin embargo, tomó medidas para evitar el matrimonio de Isabel con Enrique. Ricardo planeó casar a Isabel con un caballero común, sir William Stillington, hijo del obispo Robert (el mismo que sacó a la luz el tema del precontrato de Eduardo IV con Eleanor Butler). Sin embargo, Stillington fue encarcelado en Normandía, donde murió. Poco después de la muerte de la reina Ana Neville, en marzo de 1485, Ricardo envió a Isabel a Sheriff Hutton, en Yorkshire. 10
Los rumores de que Ricardo planeaba casarse con su sobrina ya circulaban desde la Navidad de 1484, según el cronista de Crowland:
Además de muchas otras cosas, que no están escritas en este libro y de las cuales es penoso hablar, sin embargo, no se debe dejar de decir que durante esta fiesta de Navidad se prestó demasiada atención a cantar y bailar y a vanos intercambios de ropa entre la reina Ana y lady Isabel... que eran iguales en complexión y figura. La gente habló en contra de esto y los magnates y prelados quedaron asombrados; y muchos dijeron que el rey estaba aplicando su mente en todos los sentidos para contraer matrimonio con Isabel, ya sea después de la muerte de la reina, o por medio de un divorcio para el cual creía que tenía motivos suficientes [no hubo dispensa papal]. No vio otra forma de confirmar su corona y disipar las esperanzas de su rival. 11
Seguramente este suceso escandalizó debido a que una joven ilegítima iba vestida igual que la reina. Por otro lado, también se ha interpretado como un intento deliberado por parte de Isabel de eclipsar a su tía. No era raro que las damas de la corte usaran vestidos similares. Además, pudo ser un gesto de amabilidad por parte de la reina Ana hacia una sobrina desamparada y despojada de su título real.
Respecto a Ricardo, hay una tendencia a irse por los extremos, desde el monstruo descrito por Shakespeare hasta el héroe romántico de las novelas. Es difícil creer que Isabel estuviera enamorada de su tío, la persona que despojó del trono a su hermano menor. No voy a dar por hecho que él asesinó a los príncipes (es un tema que debe someterse a profundo análisis), pero lo que sí sabemos es que ordenó las ejecuciones del tío y el medio hermano de Isabel. Si bien, no podemos estar seguros de que esto haya despertado un sentimiento de odio en la joven (dada su naturaleza gentil y considerando el contexto de frecuentes luchas de poder), es probable que desconfiara de quien fue el hermano más cercano a su padre. No hay que olvidar que fue Ricardo quien declaró la ilegitimidad de Isabel y sus hermanos. Dudo que eso alentará un gran afecto por parte de las York hacia su tío. Para la mentalidad del siglo XXI, puede resultar difícil comprender el estigma en torno a los hijos bastardos que predominó por mucho tiempo. En el siglo XV, disminuía considerablemente las posibilidades de un buen matrimonio. Además, ¿qué ganaba Ricardo casándose con una sobrina ilegítima? Muchos pensarán: "así debilitaba las pretensiones de Enrique Tudor". Pero, para eso no era necesario casarse él mismo con Isabel; podía entregar a la primogénita de Eduardo IV a algún partidario, como hizo con Cecily. La propia legitimidad de Ricardo como rey se sustentaba en la bastardía de Isabel y sus hermanos, ¿arriesgaría su posición real solamente por satisfacer una pasión incestuosa? Incluso, después de la muerte de Ana, los asesores estaban negociando un matrimonio entre Ricardo y Juana de Portugal. También se hablaba de una unión entre Isabel de York y Manuel, duque de Beja (el futuro Manuel I).
Reina de Inglaterra
El 22 de agosto de 1485, la batalla de Bosworth culminó en favor del bando de Lancaster, liderado por Enrique Tudor. El apoyo de los Stanley fue decisivo. Ricardo III fue asesinado durante la batalla, siendo el último monarca inglés muerto en combate. El 30 de octubre, el vencedor fue coronado en Westminster como Enrique VII, fundador de la dinastía Tudor.
Enrique e Isabel se casaron hasta el 18 de enero de 1486, en la abadía de Westminster. El día de su boda fue, en palabras de Bernard Andreas, "celebrado con toda magnificencia religiosa y gloriosa en la corte, y por su gente con hogueras, bailes, canciones y banquetes, en todo Londres". El cardenal Bourchier, quien era príncipe de la Iglesia y descendiente de la casa real de Plantagenet, fue el prelado oficiante en el matrimonio. "Su mano", según la pintoresca fraseología de Fuller, quien registra la circunstancia, "sostuvo esa dulce pose, en la que las rosas blancas y rojas se unieron por primera vez". 12