7 jun 2012

Leyes suntuarias en la Edad Media


La moda y vestimenta medieval fue dominada principalmente por los reyes de la época  Solo los más ricos podían vestir a la moda. Esta ley se remonta a los romanos, que restringían a la gente común en sus gastos. Estas fueron las leyes suntuarias  La definición de la palabra "Suntuarias" deriva de la palabra Latina que significa "gastos". Las leyes suntuarias podrían aplicarse a los alimentos, bebidas, muebles, joyas y ropa. Estas leyes se utilizaban para mantuviera una estructura de clases, así como una diferencia entre las clases bajas y altas.




Las leyes suntuarias en la Inglaterra Medieval eran bien conocidos por todos los ingleses. Las sanciones por violación de las leyes suntuarias podían ser duras - las multas, la pérdida de propiedad, títulos e incluso la vida-

El primer registro de leyes suntuarias en Inglaterra medieval
(1281 y 1309)


El primer registro de leyes suntuarias fue una ordenanza de la ciudad de Londres en 1281 que regulaba la ropa del obrero. Esto estaba relacionado con el que los obreros tendrían ropa de trabajo proporcionada por su empleador como parte de su salario.
También durante el reinado del rey Eduardo II (1284-1327), este publico en relación con los gastos en alimentos. El rey Eduardo II publicó una proclamación contra "el consumo extravagante de carnes y platillos finos de los nobles.



Otro registro acerca de las leyes suntuarias en Inglaterra fue en 1337, que se busco promover las prendas inglesas y restringir el uso de pieles. Las leyes suntuarias en 1363 fueron las siguientes:

  • Las mujeres en general se vestían de acuerdo a la posición de sus padres o maridos
  • Las esposas y las hijas de los funcionarios no debían usar velos que valieran más de doce peniques. 
  • Las esposas de artesanos y labradores, no usarían velos de seda.
  • El uso de pieles se limitaba a las damas de los caballeros (y aun así tenían que pagar una renta anual)
  • La esposa o la hija de un caballero no podían usar paño de oro o de piel de marta.
  • La esposa o la hija de un escudero o caballero no podía usar terciopelo, satén o armiño.
  • La esposa o la hija de un obrero no debían llevar ropa más allá de un determinado precio o un cinturón adornado con plata


  • Los paño de oro y la seda de color púrpura se limitaron a las mujeres de la familia real.
  • La importación de la seda y el encaje de lombardos y otros extranjeros estaba prohibido. 
Algo sobre la vestimenta en el reinado de los Reyes Católicos 

Fray Hernando de Talavera, confesor de la Reina, en 1477 hizo una detallada y cáustica crítica sobre el vestir de la época, de la que extractamos lo siguiente: Es pecar vestir muchas prendas
a la vez o en tamaño y longitudes diferentes. V. gr.: jubón, sayo y balandrán y camarro y capuz;
manto, bonete y sombrero; tres faldetas y saya brial; sobresana y faja y cintero y ropa; mangas
de más de una vara de alto; chapines de un codo de alto… También es pecar tener mucha ropa
y mudarse a diario por apetito de vestir demasiado.

Demuestra que el exceso es pecado de soberbia contrario a la humildad…
(continúa fray Hernando de Talavera) Buscar mil maneras y novedades en el traje, con distintos colores al que da la lana natural, es vanidad: jubones de fustán, seda, paño, e incluso brocado; mangas de distinta manera, enteras, trenzadas, cerradas, abiertas; pellotes, aljubillas, sayos, sayuelas con muchos pliegues en las caderas, contra la composición de los varones; bonetes dobaldos, sanos o hendidos, morados, bermejos, verdes,….Habla sobre los excesos femeninos, desde los cabellos azufrados a las diademas y tranzados muy vistosos,...y se ponen bonete sin vergüenza en su cara… Con verdugos parecen las mujeres focas marinas...
Por muchos de estos motivos merecen las mujeres pena de excomunión. Además de darnos la evidencia de su opinión general sobre las mujeres, no deja en ellas nada que no sea pecado, a no ser por agradar al marido, cuando entonces es no más que pecado venial.

2 comentarios:

  1. La verdad que el exceso de tela es lo que les daba el aspecto de gordura en cada retrato conservado. Los jubones, las calzas, los hombres iban muy sobrecargados (de la clase alta, claro) y las mujeres con peinados muy incómodos, tb.

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  2. Es alucinante. El bajo medievo, la demonización de toda expresión de innovación, es tremendo. Ovejas en redil.

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