La reina Isabel I es conocida como la Reina Virgen, porque nunca accedió a casarse y procrear descendencia que asegurará la continuidad de su dinastía en el trono inglés. Aunque la virginidad de dicha reina ha sido puesta en duda, ya que tuvo varios favoritos durante su reinado y una experiencia en su adolescencia.
Thomas Seymour
Tras la muerte de Enrique VIII, lady Isabel estuvo bajo el ala de la reina viuda. Uno de aquellos que ya apreciaban su atractivo era el esposo de su madrastra, Thomas Seymour. Bullicioso por naturaleza, consciente del efecto de sus encantos sobre las mujeres, pudo haberle parecido natural a Seymour dedicarse a los juegos sexuales con la joven protegida de su esposa.
Seymour tomó la costumbre de entrar en el dormitorio de la muchacha antes de que ella estuviera vestida por completo. Le daba unos golpecitos "en la espalda o en las nalgas familiarmente", le robaba besos e incluso se guardaba la llave de la habitación para que ella no pudiera escapar. Luego él mismo se presentaba con las piernas desnudas y vestido sólo con un corto camisón (bata).
Fue Catalina la que finalmente decidió que ya era suficiente y despidió a la muchacha. Isabel se marchó a Cheshunt, donde fue puesta al cuidado de sir Anthony Denny. Katherine Ashley dio como razón la angustia de la reina al encontrar a Isabel en brazos de Seymour, pero después retiró la historia. Dado que Catalina e Isabel siguieron luego en términos afectuosos, probablemente la reina obró tanto en interés de la reputación de su hijastra como por celos. Thomas Seymour terminó siendo ejecutado por traición el 20 de marzo de 1549.
Thomas Seymour
Seymour tomó la costumbre de entrar en el dormitorio de la muchacha antes de que ella estuviera vestida por completo. Le daba unos golpecitos "en la espalda o en las nalgas familiarmente", le robaba besos e incluso se guardaba la llave de la habitación para que ella no pudiera escapar. Luego él mismo se presentaba con las piernas desnudas y vestido sólo con un corto camisón (bata).
Fue Catalina la que finalmente decidió que ya era suficiente y despidió a la muchacha. Isabel se marchó a Cheshunt, donde fue puesta al cuidado de sir Anthony Denny. Katherine Ashley dio como razón la angustia de la reina al encontrar a Isabel en brazos de Seymour, pero después retiró la historia. Dado que Catalina e Isabel siguieron luego en términos afectuosos, probablemente la reina obró tanto en interés de la reputación de su hijastra como por celos. Thomas Seymour terminó siendo ejecutado por traición el 20 de marzo de 1549.
Robert Dudley
Sin embargo, había un obstáculo importante en el camino de la relación de Dudley con Isabel. Estaba casado con una dama llamada Amy Robsart. Aunque su esposa tuviera "una enfermedad en uno de sus pechos", su existencia, viviendo tranquilamente en el país, impidió que el romance real progresara. Si alguna vez Isabel y Robert pensaron en casarse, la misteriosa muerte de Amy menguaría tales esperanzas. En 1578, Dudley, conde de Leicester, se casó con Lettice Knollys. Se cuenta que Dudley tuvo que ocultar la noticia de su boda a la reina por un tiempo, sin embargo, es poco probable que los enemigos del conde desaprovecharan la oportunidad de hacerlo quedar mal ante la reina. En 1588, después de la derrota de la Armada española, Dudley falleció. Se narra que la reina quedo devastada por la noticia, al punto de encerrarse por horas en su cámara. Atesoraba la carta que le había enviado pocos días antes de su muerte, y escribió en ella "Su última carta". La puso en un cofre, que Isabel conservó hasta el día de su muerte.
Walter Raleigh
Fue un marino y cortesano nacido alrededor de 1552. Se le atribuye el haber popularizado el tabaco. Llamó la atención de Isabel en 1580. Siete años después, es nombrado capitán de la Guardia. Cayó en desgracia por un tiempo cuando, en 1592, fue descubierto su matrimonio con una de las damas de la reina, Elizabeth Throckmorton. Fundó una colonia en las tierras americanas llamada Virginia, en honor a la soberana.
Robert Devereux
Cuando Dudley murió, su puesto como favorito fue tomado por su propio hijastro, Robert Devereux, conde de Essex. Era un apuesto y encantador cortesano, que se había distinguido por luchar contra los españoles en Países Bajos en 1586. Pero él era peligrosamente impulsivo y ambicioso, propenso a formar amargas rivalidades e incurrir en serias deudas.
En 1589, Essex desobedeció a la reina y se unió a la expedición de Drake en Lisboa. A su regreso debió enfrentarse al disgusto de la reina, y pronto se las arregló utilizando sus encantos, consiguiendo ser nombrado consejero privado en 1593 y embarcandose en una larga lucha de poder con William Cecil y su hijo, Robert.
En 1596, Essex se convirtió en héroe nacional cuando participó en la expedición que capturó Cadiz de los españoles. Sin embargo, al año siguiente, él falló en interceptar el tesoro de la flota española frente a las Azores. Isabel lo encontraba cada vez más indisciplinado. Durante una disputa, Essex se atrevió a darle la espalda a la reina y ella le dio una bofetada. Sin embargo, en 1599, ella lo envió a Irlanda como señor teniente. Incapaz de conseguir una victoria militar, concluyó una tregua desfavorable, luego regresó a Inglaterra para explicarse. Furiosa de haberse atrevido a desobedecer sus órdenes, Isabel le privó de sus puestos y lo puso bajo arresto domiciliario.
La respuesta de Essex a esta humillación fue una rebelión. Estableció contacto con Jacobo VI de Escocia y comenzó un plan secreto para colocar al rey escocés en el trono inglés. El 8 de febrero de 1601, con cientos de seguidores, Essex intento levantar una revuelta en Londres, pero la rebelión no pudo despertar el apoyo público. Asustado y humillado, regresó a su hogar, donde fue forzado a rendirse por las tropas de Isabel. Fue encontrado culpable por traición y ejecutado el 25 de febrero de 1601. Durante el juicio, la reina había resuelto que su antiguo favorito se enfrentará a la ejecución, pero después de la muerte de Essex, cayó en la depresión. Sufrió de ataques de llanto y a menudo se retiraba a su dormitorio en la oscuridad. En el verano de 1601, ella admitió al embajador francés que estaba "cansada de vivir, pues ahora nada le satisfacía o le daba placer".
Robert Devereux
En 1589, Essex desobedeció a la reina y se unió a la expedición de Drake en Lisboa. A su regreso debió enfrentarse al disgusto de la reina, y pronto se las arregló utilizando sus encantos, consiguiendo ser nombrado consejero privado en 1593 y embarcandose en una larga lucha de poder con William Cecil y su hijo, Robert.
En 1596, Essex se convirtió en héroe nacional cuando participó en la expedición que capturó Cadiz de los españoles. Sin embargo, al año siguiente, él falló en interceptar el tesoro de la flota española frente a las Azores. Isabel lo encontraba cada vez más indisciplinado. Durante una disputa, Essex se atrevió a darle la espalda a la reina y ella le dio una bofetada. Sin embargo, en 1599, ella lo envió a Irlanda como señor teniente. Incapaz de conseguir una victoria militar, concluyó una tregua desfavorable, luego regresó a Inglaterra para explicarse. Furiosa de haberse atrevido a desobedecer sus órdenes, Isabel le privó de sus puestos y lo puso bajo arresto domiciliario.
La respuesta de Essex a esta humillación fue una rebelión. Estableció contacto con Jacobo VI de Escocia y comenzó un plan secreto para colocar al rey escocés en el trono inglés. El 8 de febrero de 1601, con cientos de seguidores, Essex intento levantar una revuelta en Londres, pero la rebelión no pudo despertar el apoyo público. Asustado y humillado, regresó a su hogar, donde fue forzado a rendirse por las tropas de Isabel. Fue encontrado culpable por traición y ejecutado el 25 de febrero de 1601. Durante el juicio, la reina había resuelto que su antiguo favorito se enfrentará a la ejecución, pero después de la muerte de Essex, cayó en la depresión. Sufrió de ataques de llanto y a menudo se retiraba a su dormitorio en la oscuridad. En el verano de 1601, ella admitió al embajador francés que estaba "cansada de vivir, pues ahora nada le satisfacía o le daba placer".
Fuente
Bingham, Jane, "The Tudors: The Kings and Queens of England´s Golden Age", Metro Books, New York, 2012.
Fraser, Antonia: Las Seis Esposas de Enrique VIII, Ediciones B, Barcelona, 2007.
http://www.elizabethi.org/contents/
http://www.bbc.co.uk/
En "Anonymous" de Roland Jofée la reina pare a trocho y a mocho hijos, bueno de hecho, casi los principales protagonistas masculinos son sus hijos. Y supuestamente de Edward, el segundo fue amante sin saber que era su hijo, y tuvo al tercero, un duque. Excelente trama.
ResponderEliminarDe hecho también su decía que Shakespeare era su hijo ilegitimo. Hubo un hombre llamado Arthur Dudley que aseguro ser el hijo bastardo de la reina.
ResponderEliminarAunque también vi un documental donde se cree que Isabel estuvo embarazada de Thomas Seymour. Porque según esto, ella no se dejo ver por unos meses. Aunque quien sabe que era lo que hacia tan misteriosa a la reina Isabel.
ResponderEliminarGracias por comentar.
ResponderEliminarYo vi un documental que decía que William Shakespeare era hijo ilegítimo de la Reina Isabel I cosa que no se a probado también decían que tuvo un hijo con lord Robert dudley nadie sabe que paso con el niño ni quienes son los padres de William Shakespeare
ResponderEliminarHe escuchado lo mismo, acerca de Shakespeare. Lo de Robert Dudley es cierto, que hubo un hombre que se auto nombro hijo de Isabel y Dudley.
ResponderEliminaryo soy su tatatataranieta.....esa es la historia que contaba la abuela de mi padre, arturo se asento en en Gerona, en fin...historias sin pruebas no son nada...
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