Nacida el 10 de enero del año 1480, en Bruselas. Fue hija del archiduque Maximiliano de Austria (más tarde Sacro Emperador Romano) y de María de Borgoña. Fue bautizada en la catedral de Santa Gúdula, nombrada como su abuelastra, Margarita de York.
Primeros años
El 27 de marzo de 1482 murió María de Borgoña debido a un accidente de caballo. En ese mismo año, el 23 de diciembre, se firmó el Tratado de Arras entre Maximiliano de Austria y Luis XI de Francia. Se acordó el compromiso de la archiduquesa Margarita con el delfín Carlos (futuro Carlos VIII). Al siguiente año, Margarita abandonó su hogar para ser educada en Francia. Su formación quedó bajo la tutela de Ana de Beaujeu, una dama formidable e inteligente que ejerció como regente durante la minoría de edad de su hermano. En su corte se criaron otras niñas aristócratas, como Luisa de Saboya.
Margarita de Austria con su hermano, Felipe
Sin embargo, las circunstancias políticas cambiaron en 1488, cuando una niña de nombre Ana heredó el ducado de Bretaña. Este territorio había causado problemas a Francia en el pasado y se temía que el ducado cayera en manos de algún enemigo. Maximiliano de Austria, ahora Rey de Romanos, intentó casarse con Ana de Bretaña. Por su parte, la duquesa veía la necesidad de esta unión, a fin de que Maximiliano la protegiera ante las pretensiones de Francia. Se casaron por poderes en diciembre de 1490. Pero la regente Ana de Beaujeu convenció a Carlos VIII de que repudiará su compromiso con la archiduquesa y buscará un enlace con la duquesa de Bretaña. En 1491, Francia invadió Bretaña, obligando a la duquesa a casarse con Carlos, anulando la unión con Maximiliano.
Margarita de Austria, de Jean Hey
Margarita fue enviada al castillo de Melun, donde permaneció dos años en soledad y abandono. Escribió una carta a la regente, Ana de Beaujeu, solicitando que no alejen a su amiga (cuyo nombre se desconoce):
Mi señora y querida tía:
Siento que puedo protestar ante vos como ante quien deposito alguna esperanza en relación a mi prima, a quien desean apartar de mí, es todo lo que me queda del pasado y cuando la haya perdido no sé que podría hacer. Por tanto os ruego que extendáis vuestra mano para que ella no sea alejada de mí por el gran sufrimiento que ello me produciría.
Fue hasta 1493, con la firma del tratado de Senlis, cuando Margarita pudo regresar con su familia. Maximiliano renunció a sus pretensiones sobre el ducado de Borgoña y Francia devolvió la dote de Margarita (que incluía el Franco-Condado, Artois, Charolais, y Noyers). Margarita pasó los siguientes años perfeccionando su educación y formando parte de las fiestas en la corte de su hermano, Felipe de Austria.
Princesa de Asturias y Gerona
Ante el creciente poder de Francia, Maximiliano y los Reyes Católicos se unieron ante un enemigo común. Se arregló una alianza doble: Margarita se casaría con el príncipe Juan, heredero de Isabel y Fernando; Felipe tomaría como esposa a la infanta Juana. Se acordó que ninguna de las novias llevaría dote, aunque recibirían un generoso estipendio de sus futuros esposos. El 5 de noviembre de 1495 tuvo lugar la boda por poderes entre Margarita y Juan.
Retrato de Felipe de Austria y Margarita, de Pieter van Coninxloo
Margarita partió a España a inicios de 1497. La misma flota que llevó a la infanta Juana a Países Bajos, conduciría a la archiduquesa a los reinos hispánicos. Fue un viaje difícil debido al mal tiempo. La tormenta estuvo a punto de hundir el barco. Se cuenta que Margarita escribió un mensaje, en caso de morir en el viaje:
Aquí yace Margarita
¡Infeliz ella!
pues, dos veces casada,
murió doncella
El 6 de marzo, llegó sana y salva a Santander. El casamiento tuvo lugar en abril en Burgos. Margarita causó una gran impresión en la corte castellana. Pedro Mártir de Anglería comparó su belleza con la de Venus. El mismo cronista hace referencia a la reacción que Margarita provocó en el príncipe: "Tan pronto como transcurren los días santos, nuestro mancebo, que arde en amor, consigue suplicante de sus padres que se le franquee el lecho conyugal". Su suegra, la reina Isabel, la colmó de regalos. Una fila de 120 mulas cargaban los presentes: vajillas, telas preciosas, vestidos, joyas, zapatos, abrigos, perfumes e instrumentos musicales. Las damas de su cortejo recibieron "360 varas de telas de seda para vestidos".
El 13 de junio, los reyes y los príncipes se encontraban en Medina del Campo. Desde este lugar, Pedro Mártir de Anglería escribió al cardenal de Santa Cruz:
Preso en el amor de la doncella, ya está demasiado pálido nuestro joven príncipe. Los médicos, juntamente con el rey, aconsejan a la reina que alguna vez que otra aparte a Margarita del lado del príncipe, que los separe y les de treguas alegando que la cópula tan frecuente constituye un peligro para el príncipe, una y otra vez la ponen sobre aviso para que observe cómo se va quedando chupado y la tristeza de su porte; y anuncian a la reina que, a juicio suyo, se le pueden reblandecer las médulas y debilitar el estómago [...] Responde la reina que no es conveniente que los hombres separen a quienes Dios unió con el vínculo conyugal.
La lozanía de Margarita contrastaba con la fragilidad de su marido. Mientras los Reyes Católicos se encontraban en los festejos por el matrimonio de su hija mayor, Isabel de Aragón, con el rey de Portugal, recibieron la noticia de que Juan estaba enfermo. El rey Fernando viajó hasta Salamanca, donde se encontraban los príncipes. Cuando llegó, se encontró con que su hijo estaba agonizando; Juan de Aragón falleció el 4 de octubre. Dejó embarazada a su esposa, quien dio a luz a una niña que nació muerta. No volvió a concebir. Así terminó el breve y apasionado matrimonio de Margarita.
Maximiliano quería que su hija regresará a casa, mientras que Isabel y Fernando estaban interesados en que permaneciera en España. Temían que Margarita fuera casada con el nuevo rey de Francia, Luis XII. Además, Maximiliano no podía costear el viaje de regreso de manera que fuera seguro (cruzar por Francia no era opción). De esta manera, Margarita permaneció en España dos años más. Durante ese tiempo aprendió castellano. Un viajero informó que la escuchó hablar en un "español excelente" con el cardenal de Aragón, durante una visita de este en 1517. La reina de Inglaterra, Elizabeth de York, y su suegra, Margaret Beaufort, enviaron cartas pidiendo que Catalina aprendiera francés de su cuñada Margarita.
Margarita partió de España a inicios de 1499. Su padre se encontraba en buenos términos con Luis XII, así que el viaje se hizo por tierra. La archiduquesa llegó a Gante el 4 de marzo de 1500. Poco después, el 24 de febrero, Juana dio a luz al futuro emperador Carlos V. Margarita actuó como madrina, junto con Margarita de York.
Duquesa de Saboya
Margarita no estaba demasiado entusiasmada con un nuevo matrimonio, aunque expresó predilección por Filiberto de Saboya. El contrato de esponsales se firmó el 26 de septiembre de 1501. El archiduque Felipe le otorgó una dote de 300.000 monedas de oro, a cambio, Margarita tuvo que renunciar a su herencia materna. Tras haber estado destinada a ser reina de Francia y después reina de España, ahora se hallaba convertida en duquesa. Partió de Bruselas el 21 de octubre de 1501.
En Bourg en Bresse, los duques fueron recibidos con júbilo. Margarita portaba la corona ducal sobre sus cabellos rubios. En los bordes de su vestido de terciopelo escarlata se habían bordado las armas de Saboya y las de Borgoña.
Margarita, como hábil política, fue mermando la influencia del medio hermano de su esposo, René. Consiguió que sus bienes fueran confiscados y que su acta de legitimación fuera revocada. Margarita era respetada por su marido y querida por la familia de este. Lamentablemente, Margarita volvió a adoptar el luto. Filiberto falleció el 10 de septiembre de 1504. Se dice que la duquesa estaba tan desconsolada que intentó arrojarse por una ventana.
Regente de los Países Bajos
Felipe de Austria falleció en 1506. No solo era necesario que alguien se hiciera cargo del gobierno de Países Bajos, sino también de la tutela de los hijos de Juana y Felipe. En julio de 1507, Margarita entró a Malinas como gobernadora y regente en nombre de su sobrino Carlos. No era fácil gobernar Flandes, ya que no se trataba de un país homogéneo, sino un conjunto de diecisiete provincias.
La archiduquesa estableció su corte en Malinas, un lugar agradable que transformó en un verdadero centro cultural. La regente fue una destacada mecenas de las artes y reunió una amplia colección de pinturas y manuscritos. Erasmo fue una de tantas figuras excepcionales que residió en su corte. Era el ambiente apropiado para que sus sobrinos crecieran. Margarita no tuvo hijos propios, pero fue una verdadera madre para Carlos y sus hermanas. No solo cuidaba y supervisaba la educación de sus sobrinos. También recibía a distintos jóvenes en su corte. Una de esas jóvenes fue Ana Bolena, quien más tarde sería reina de Inglaterra.
Margarita era una gobernadora competente y con buen juicio. Tuvo una extensa correspondencia con su padre, por lo cual se mantenían informados uno al otro. Su encanto y diplomacia fueron de gran ayuda en su gobierno. Ella representaba la voz de la razón y la concordia. Recibía cartas de Francia, España e Inglaterra solicitando su intervención. Mantenía relaciones cordiales con este último país, incluso hubo rumores de que Margarita se casaría con el favorito de Enrique VIII, Charles Brandon. A sus treinta y cinco años, Margarita seguía siendo una mujer hermosa, elegante y de modales encantadores.
Margarita se mostró preocupada por el futuro de sus sobrinas. Cuando María e Isabel escribieron a su tía para expresarle sus inquietudes respecto a sus matrimonios, Margarita transmitía estas quejas a su padre. El emperador respondió: "Escribís que vuestras sobrinas e hijas Isabel y María han sido mal servidas en sus matrimonios, lo cual nos ha producido gran sorpresa ya que habíamos creído y trabajado en estos matrimonios con Hungría y Dinamarca desde hace tiempo… Me gustaría saber en qué y cuándo nos equivocamos…". Para el emperador, los sentimientos de sus nietas no eran tomados en cuenta. Margarita se opuso a la posible boda entre Leonor y el rey de Polonia o el de Francia, debido a la diferencia de edad. Tampoco estuvo muy de acuerdo con el enlace entre Isabel y el rey de Dinamarca.
En 1514, los Estados Generales le recordaron a Maximiliano que Carlos pronto cumpliría los quince años y propusieron cesar la regencia de Margarita. El emperador estuvo de acuerdo e hizo arreglos con el asesor de Carlos, Guillermo de Croy, señor de Chievres. Este hombre era hostil a Margarita y su política se inclinaba por Francia. El 8 de enero de 1515, Carlos pronunció un discurso en el que ni siquiera mencionó a su tía, quien había ejercido como regente durante ocho años. Margarita tuvo que soportar la ingratitud tanto de Carlos como de su padre. Para colmo, fue acusada de avaricia y lucro personal. El 20 de agosto de 1516, Margarita escribió un memorando en defensa de su gobierno y administración, probando que no había gastado el dinero de su sobrino. Carlos reconoció públicamente que su tía no era culpable de ningún cargo de mala administración.
Carlos de Austria partió hacia España en 1517. Ahora con más deberes encima, el joven monarca se dio cuenta de cuánto necesitaba a su tía. En julio de 1518, Carlos publicó un edicto en el que reconoce el buen gobierno de Margarita durante su minoría de edad, suplicando que continúe haciéndolo como antaño. La archiduquesa también intervino en conspiraciones que aseguraran el trono imperial a su sobrino. Con diálogo y sobornos, Carlos consiguió ceñirse la corona imperial en 1520.
La Paz de las Damas
El 24 de febrero de 1525 tuvo lugar la batalla de Pavía entre las tropas de Carlos V y las de Francisco I de Francia. Fue una victoria para el Imperio, pues además el rey de Francia había caído prisionero. En enero de 1526 se llegó a un acuerdo; Francisco se casaría con la hermana mayor del emperador, Leonor, quien aportaría una dote de 200.000 coronas de oro y las tierras de Maçon, Auxierre y Bar sur Seine.El rey francés renunciaría a todo derecho sobre Nápoles, Génova, Milán y Asti. También al ducado de Borgoña, que Carlos consideraba su legítima herencia. Como garantía, Francisco debía enviar a sus dos hijos como rehenes. Sin embargo, el rey francés no tenía intención de cumplir con el acuerdo. Las guerras entre el emperador y Francisco resultaban desgastantes para sus respectivos países. Y ninguno de ellos parecía llegar a un entendimiento. Es entonces cuando intervienen dos damas: Margarita de Austria y Luisa de Saboya, madre de Francisco I.
Luisa envió a su secretario, Gilberto Bayard, a la corte de Malinas. Más tarde Luisa envió la propuesta por parte de Francia y Margarita la comunicó al emperador.
La Paz de Cambrai representada por Francisco Jover y Casanova
Se reunieron el 5 de agosto de 1529 en Cambrai. Mediante el acuerdo al que llegaron, Carlos debía renunciar al ducado de Borgoña y Francisco a Milán, Génova, Nápoles y al vasallaje de Artois y Flandes. El rescate de los hijos de Francisco I se fijó en dos millones de escudos de oro. Y contraería matrimonio con Leonor de Austria.
Últimos años
Después de tantos años de gobierno, Margarita ya se mostraba cansada. En 1527, escribió a la superiora de un convento en Brujas, anunciando su intención de ingresar. El 15 de noviembre de 1530, la regente no se encontraba bien. Ese día, Margarita se cortó el pie con un trozo de vidrio. Parecía un corte superficial, pero luego se infectó y se habló de cortarle la pierna. El 30 de noviembre, con el fin de operarla, le suministraron una dosis de opio. Fue una cantidad tan grande que ya no despertó.
Antes de morir, Margarita redactó una carta en la que nombra heredero universal a su sobrino Carlos y le recomienda que haga las paces con Francia e Inglaterra. Semanas más tarde, sus restos fueron llevados a la iglesia de San Pedro y San Pablo. Su protegido, el humanista Cornelio Agrippa, leyó el sermón durante la misa. La muerte de la archiduquesa afectó el ánimo del emperador, quien ahora se veía privado de quien no solo fue su mejor consejera, sino también lo más cercano a una madre. Hasta dos después, sus restos fueron llevados al mausoleo de Brou, encargado por ella misma años antes. Fue sepultada junto al duque de Saboya.
Fuentes
García García, Bernardo J. «Margarita de Austria» en Real Academia de la Historia, Diccionario Biográfico electrónico, https://dbe.rah.es/biografias/11268/margarita-de-austria
Márquez de la Plata, Vicenta (2019) Las damas más inteligentes del siglo XVI. Casiopea. Disponible: https://es.scribd.com/book/401304699/Las-damas-mas-inteligentes-del-siglo-XVI
Pérez Priego, M. (2014) "Historia y literatura en torno al príncipe D. Juan, la «Representación sobre el poder del Amor» de Juan del Encina", Alicante: Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. Disponible: https://www.cervantesvirtual.com/nd/ark:/59851/bmctt6f4
Tupu Ylä-Anttila (2019), "Habsburg female regents in the early 16th century". Doctoral dissertation, University of Helsinki. Disponible: https://helda.helsinki.fi/bitstream/handle/10138/307398/HABSBURG.pdf?sequence=1&isAllowed=y