15 jul 2016

Fernando de Aragón "El Católico" (Parte 1)



Nacimiento e infancia
El nacimiento de Fernando coincide con el repunte de la guerra civil en Navarra entre Juan II y su hijo, el príncipe Carlos de Viana, que hacía pocos meses había sido derrotado y hecho prisionero en Áibar. Considerándose en peligro por la confrontación entre agramonteses y beamonteses, la reina Juana Enríquez decidió abandonar Sangüesa, en el territorio de Navarra, y dar a luz en la cercana población de Sos, en tierra aragonesa. En Sos fue acogida por un linaje de la hidalguía local, la familia Sada, partidarios de Juan de Aragón, en cuya casa-palacio tuvo lugar el parto del futuro rey Católico.

Palacio de los Sada

Nació en la villa zaragozana de Sos (hoy llamada por tal motivo Sos del Rey Católico), el 10 de mayo de 1452. Como suele ocurrir en el caso de grandes figuras históricas, las crónicas cuentan que se produjeron señales del futuro brillo que aguardaba al recién nacido. Dicen que hubo vendaval, truenos y relámpagos que desaparecieron bruscamente en el momento de nacer Fernando, y escribidores tan acreditados como Lucio Marineo Sículo dijo que "apareció en el aire una corona de muchos rayos muy hermosos", semejante el arcoiris.

Juana Enríquez, madre de Fernando

Juan II de Aragón

En la comarca del Jalón debió pasar sus primeros meses de vida, pues su padre esperó a que la situación bélica se calmase para hacerle bautizar en la Seo de San Salvador, en la capital maña, el 11 de febrero de 1453, casi al año de haber nacido, algo nada usual en la época. Los escrupulosos conselleres barceloneses se referían a él en la documentación como lo infant comú, para distinguirlo de su hermano Carlos y enfatizando que era hijo de Juana Enríquez. 

De la infancia de Fernando apenas tenemos noticia detallada. Pero es seguro que desde su nacimiento pasó a ser el hijo predilecto de su padre, en contraste con la inquina que éste sentía por su primogénito, Carlos de Viana. Esta predilección paterna se tradujo a la hora de elegirle preceptores en la propia corte, de los que recibió una educación humanística suficiente, aunque no muy profunda. Inferior, en todo caso, a la formación política y militar, con Juan II como principal maestro. 

Cuando falleció su tío Alfonso V, rey de Aragón y de Nápoles, el padre fue coronado Juan II de Aragón. Fernando (que contaba entonces seis años) tenía ya los títulos de duque de Montblanc, conde de Ribagorza y señor de Balaguer, así como otros títulos italianos en Nápoles y Sicilia. Estas prebendas le permitieron disponer de un patrimonio económico importante que durante su minoría de edad fue administrado por su preceptor Pedro de Vaca. Al parecer, durante esa época eran cordiales las relaciones de Fernando con sus hermanos mayores bastardos, Juan y Alfonso de Aragón.

Educación
Tradicionalmente, se ha mantenido que el futuro Rey Católico no fue objeto de una cuidada educación al estilo de la época, siguiendo al pie de la letra lo expresado por el cronista Marineo Sículo, que estuvo durante los siglos XV y XVI al servicio de Fernando:

Siendo de edad de siete años, en la cual convenía aprender letras, dio señales de excelente ingenio y de gran memoria. Mas la maldad de los tiempos y envidia de la fortuna cruel, impidieron el gran ingenio del Príncipe, que era aparejado para las letras, y lo apartaron de los estudios de las buenas artes; porque comenzando a enseñarse a leer y escribir, como en España se acostumbra, y entrando ya en Gramática, movióse la guerra que Don Carlos, mal persuadido de algunos, hizo cruelmente contra su padre; y así fue quitado de las letras y estudios.
(Marineo Sículo, Vida y hechos..., p. 21).

De los preceptores han quedado algunos nombres, como Miguel de Morer, Antonio Vaquer, el castellano fray Hernando de Talavera Francisco Vidal de Noya, y el obispo de Gerona, Joan Margarit. Y de nodriza tuvo a la navarra María de Leoz, a la que más tarde Juan II ennobleció junto a su marido, Lope de Ayesa. 

Las circunstancias históricas que rodearon su infancia no fueron las más apropiadas para un desarrollo humanístico continuado, aunque no se escatimaron preceptores para lograrlo, y según las opiniones más autorizadas, Fernando, ya desde niño, se sintió más inclinado a la actividad militar que a la meditación y lectura.

Príncipe de Gerona
El 22 de septiembre de 1461 fallecía el príncipe de Viana y apenas un mes más tarde Fernando era jurado primogénito y sucesor real en Cataluña y en Aragón. A pesar de que fue recibido con entusiasmo en Barcelona en 1461, en marzo de 1462 el príncipe Fernando y su madre, Juana Enríquez, debieron salir apresuradamente de Barcelona para refugiarse en Girona, donde fueron cercados por las tropas del conde de Pallars. Después llegó su cuñado Gastón, Conde de Foix, llegó con tropas francesas para liberar la ciudad del asedio.