8 jul 2015

Isabel de Castilla "la Católica" (Parte 4)

Instauración de la Inquisición


Virgen de los Reyes Católicos. En el trono se aprecia a la Virgen con el Niño. Dos santos con hábito dominico. Los reyes, Isabel y Fernando con sus hijos, Juan e Isabel. Detrás del rey esta retratado Tomás de Torquemada, inquisidor de Castilla. El hombre que esta detrás de la reina podría ser Pedro de Arbués, inquisidor de Aragón. 

La Inquisición tenía como fin suprimir la herejía. La Inquisición medieval, de la que derivarían todas las demás, fue fundada en 1184 en el sur de Francia, pero tuvo poco efecto. El cargo de inquisidor fue confiado casi en exclusiva a los franciscanos y a los dominicos, a causa de su mejor preparación teológica. En un principio, esta institución se implantó sólo en Alemania y Aragón, aunque poco después ya se extendió al resto de Europa, siendo su influencia diferente según el país. 
En 1478 es fundado en España por los Reyes Católicos, con la autorización del papa Sixto IV, el Tribunal de la Santa Inquisición. Ésta dependería de la monarquía. El principal propósito del tribunal era vigilar la sinceridad de las conversiones de judíos y musulmanes. El primer inquisidor general fue fray Tomás de Torquemada.

La expulsión de los judíos



El 31 de marzo de 1492, en Granada, se firmó el decreto de expulsión de los judíos. Este es uno de los episodios históricos más controvertidos de la historia española, pero, en el siglo XV, tal decisión estaba lejos de ser criticada. Este decreto fue aplaudido en Europa. Los reyes pretendían que España fuera un país unido por una sola religión.
Los judíos eran "tolerados" en la península ibérica, lo cual no indica que su situación era favorable, pues hubo mucha desigualdad entre cristianos, musulmanes y judíos. Tanto judíos como musulmanes eran despreciados, pero en especial los judíos, a quienes consideraban descendientes de los que habían crucificado a Jesucristo. Durante el reinado de Isabel, los judíos vivían en el entorno rural y se dedicaban a la agricultura. Había judíos que se dedicaban al préstamo. Habitaban en juderías con sus propias leyes y ceremonias. Cabe destacar que los judíos ayudaron financieramente durante la guerra de Granada.


Expulsión de los judíos, Joaquín Turina

Hubo judíos que alcanzaron importantes puestos en la corte. Los judíos formaban parte de una microsociedad al lado de la sociedad cristiana, que era mayoritaria. Pero en el siglo XV, el problema estaba en los conversos. Los conversos eran judíos que se habían bautizado, pero aun así eran mirados con recelo por los cristianos. Estallaron revueltas contra los conversos durante el reinado de Enrique IV. Justificaban sus ataques a conversos alegando que éstos practicaban a escondidas la fe judía. Sin embargo, también existía resentimiento contra los judíos, pues ellos habían apoyado la invasión musulmana de la península. Esta el caso de Abraham Senior, un miembro del Consejo real que intentó solicitar la derogación del edicto, junto con Isaac Abravanel. Senior optó por la conversión, mientras que Abravanel partió hacia Nápoles. 


Sucesos similares se habían llevado a cabo en otros países, mucho antes de la expulsión en España. En 1290, Eduardo I de Inglaterra ordeno una expulsión. La cifra de judíos en España era elevada, en comparación con otros países de Europa. Representaban el 5% de la población, cerca de 200,000 personas. Fueron 50,000 los que no salieron de la península, pues se convirtieron al cristianismo. Algunos historiadores afirman que solo se marcharon 20,000. Según establecía el edicto, los judíos tenían un plazo de cuatro meses para abandonar el país y no podían sacar oro, plata, armas o caballos. Los que optaron por irse tuvieron que vender sus bienes y muchos de los que se convirtieron era judíos bien colocados socialmente. Hay que descartar que Isabel y Fernando buscaran beneficiarse económicamente, cuando en realidad la expulsión supuso una perdida. Los judíos pagaban tributos, por lo que la corona se quedo sin este ingreso. Perdieron hábiles comerciantes y artesanos. Muchos partieron al norte de África. Países Bajos y Portugal fueron el destino de muchos de los judíos expulsados. Siglos después, en 1967, tras el Concilio Vaticano II, se revocó en España la expulsión de 1492. 

Las mujeres en la corte de Isabel

Las mujeres tuvieron un papel destacado en la corte de Isabel la Católica. Era una época en la que se buscaba relegar a las mujeres a vida sujeta a la sumisión, las damas en la corte de Isabel destacaron por su erudición y capacidad para la política. La misma reina era un claro ejemplo. 



Beatriz de Bobadilla

Beatriz de Bobadilla fue una amiga cercana de Isabel, a pesar de que Beatriz era 10 años mayor. Se dice que la decisión de aceptar las ideas de Cristóbal Colón fue gracias a cierta influencia de Beatriz. No podemos olvidar a Beatriz Galindo, llamada "la Latina". Fue una mujer culta, preceptora de los hijos de los Reyes Católicos. Su apodo se debe a su gran dominio del latín. No se limitaba a la enseñanza, pues la reina tomaba en cuenta sus consejos. La reina apoyó a otra decidida mujer, llamada Beatriz de Silva, quien quería fundar una orden religiosa. Hubo otras damas de la reina que gozaron de formación intelectual, como Catalina Medrano. Aparte de estas mujeres, Isabel facilitaba el estudio para personas de su corte. 

Los celos de Isabel
Cuando escuchamos que la reina tenía fama de celosa, nos viene a la mente la historia de Juana la Loca. No le faltaban motivos a Isabel, pues Fernando era aficionado a las mujeres hermosas. 



Hubo una mujer, sobrina de Beatriz de Bobadilla, también llamada Beatriz. Se le atribuye haber captado la atención del rey, por lo que Isabel se apresuró a casarla con Hernán Peraza. Además, la reina se rodeaba de damas de estricta virtud y escasa belleza. La pregunta aquí es, ¿era tan celosa como su hija Juana la Loca? Evidentemente, no fueron tan graves como los de Juana y no repercutieron en su deber como reina.



http://www.abc.es/espana/20141030/abci-mito-expulsion-judios-reyes-201410271408.html

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